jueves, 9 de julio de 2009

¿CENSURAR O ACALLAR A LOS MEDIOS?


El poder político en México siempre ha temido a la libertad de expresión, por ello los intentos de acallar o censurar a los medios informativos se sigue dando constantemente, sobre todo a los críticos del sistema.
Tienen referentes en todas las épocas y todos los tiempos, han aumentado el número de periodista agredidos, asesinados, desaparecidos y amenazados. Ya que sigue siendo una de las prácticas más comunes para amedrentar la libertad de expresión en nuestro país.
En las épocas cardenistas, las oficinas de prensa del Gobierno Federal, fueron ideadas para controlar los flujos informativos y difundir sólo las acciones meritorias del régimen, fue un mecanismo de control y suministro informativo a través de un boletín, que contenía todo menos información.
En el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz los embutes llegaron a ser catalogados como “increíbles” superaron considerablemente a los famosos “cañonazos” del General Álvaro Obregón. Durante los sexenios echeverristas y lopezportillistas el “chayote” llegó a su clímax.
Cabe recordar el golpe a Excélsior en 1976, siendo presidente Luis Echeverría Álvarez. Caso en el que Regino Díaz Redondo, quien fungió como ariete gubernamental, logró echar a la calle a grandes periodistas como Julio Scherer García y Vicente Leñero, entre muchos más, lo que luego originaría el surgimiento de dos medios por demás críticos del sistema: Proceso y UnomásUno.
En Tiempo de saber. Prensa y poder en México, en coautoría con Carlos Monsiváis, el fundador de Proceso revela, los juegos perversos a los que recurrieron los gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría para acabar con el diario mexicano de mayor prestigio e influencia de su tiempo.

Aunque se dijo en su momento que Echeverría Álvarez planteó las bases de una apertura democrática y alentó la crítica informativa y de prensa.
Vendría después José López Portillo, quien trató de que el Congreso aprobara la llamada Ley Mordaza, que pretendía silenciar a los medios de comunicación críticos a su gobierno. Y que incluso se hizo famosa su frase: “No te pago para que me pegues”.
Dos años después de que terminó su mandato surgió el único periódico considerado de izquierda: La Jornada."
Con Carlos Salinas de Gortari se pusieron en marcha reformas en las relaciones entre la prensa y el gobierno; se dijo que eliminó la costumbre de abonar sobornos a los periodistas en el mismo palacio presidencial. En general, sin embargo, su administración nunca tuvo mucha simpatía por la prensa independiente mexicana.
Según José Gutiérrez-Vivó, “Salinas fue el presidente más duro con la prensa. El fue el que más control quiso tener”.
El gobierno de Zedillo (1994-2000) supuestamente fue el más tolerante, pero los periodistas consideraron su política parcial y contradictoria, entre otras cosas porque durante su gestión se dieron varios casos de agresiones físicas a periodistas y otros de hostigamiento oficial.
Mientras él aseguró en el marco del día de la Libertad de Prensa, el 7 de junio de 1995, “Yo creo que en México hay plena libertad de expresión. Todos los días la disfrutamos, la gozamos y a veces la sufrimos”.
En la actualidad, no se debe perder de vista que dentro de las estructuras políticas y gubernamentales se encuentran imbricados mecanismos de control, que van desde las técnicas informales para el manejo del contenido y énfasis de los comunicados oficiales, hasta el control sobre la publicidad gubernamental que tendría que ser distribuida de manera equitativa, tomando en consideración parámetros de penetración y distribución.
En este último punto, cabe señalar que una manera en que los gobiernos acaban con aquellos medios electrónicos o impresos incómodos, es no otorgando publicidad oficial.
Las palabras que pronunció Francisco Zarco el 25 de julio de 1856, aún se pueden acoplar a la época actual, porque sintetizan el fondo del temor a los medios críticos: “Un célebre escritor inglés ha dicho: Quitadme toda clase de libertad, pero dejadme la de hablar y escribir conforme a mi conciencia.” Estas palabras demuestran lo que de la prensa tiene que esperar un pueblo libre, pues ella, señores, no sólo es el arma más poderosa contra la tiranía y el despotismo, sino el instrumento más eficaz y más activo del progreso y de la civilización”.

miércoles, 8 de julio de 2009

EL PERIODISMO NO CONOCE FRONTERAS POLÍTICAS NI LINGÜÍSTICAS


El periodismo, como cualquier otro oficio, tiene sus características particulares. Requiere un conocimiento en cuanto al manejo responsable de la información. Un periodista debe tener muy clara la cuestión de la ética, estar suficientemente cerca de las fuentes de información para conseguir la primicia, pero suficientemente lejos para publicarla; y mantener un balance entre el fin social que tiene el oficio, y las presiones económicas por la mala paga en muchos medios de comunicación, sobre todo en los estados.

El periodismo no conoce fronteras políticas ni lingüísticas. El oficio periodístico es universal, hay quienes se dedican a recabar información con honestidad, hay otros que lo hacen con falsa objetividad, por uno que repite las mentiras del gobierno; hay otros más que arriesgan su vida para dar una información veraz. Por ello la libertad de expresión y el derecho a la información son esenciales en una sociedad.

El periodista es el depositario de un derecho ajeno que es la información que transmite. La función que desempeña es arriesgada y peligrosa, ya que saca a la luz hechos de interés público, que en muchas de las ocasiones ponen en tela de juicio las actividades de los funcionarios públicos y otras tantas al crimen organizado. Esto ha derivado una creciente autocensura como consecuencia de las tácticas de terror por parte de las mafias y ante la desconfianza en el accionar de las autoridades estatales y federales.

Por su parte el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Eduardo Medina Mora considera “buena estrategia”, la autocensura como medida de protección. Cuando la prensa tiene una responsabilidad hacia la sociedad y el propósito de ilustrar al público con la información y la verdad en función de ciertos valores de moral civil. El respeto de los derechos de los demás, la observancia de la legalidad común a todos los ciudadanos.

En nuestro país los ataques a la prensa son cada vez más, prevalece un clima de riesgo para la actividad informativa, según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), México está dentro de los cinco países con el mayor nivel de delincuencia organizada. La impunidad y las acciones emprendidas por parte del gobierno, representan los peligros más evidentes para el libre ejercicio del periodismo.


Los buenos periodistas prestan a la sociedad un servicio mejor que los funcionarios público ya que no le deben lealtad al Estado sino a sus lectores, al suministrar información proporcionan poder al pueblo. Por eso el gobierno y los poderosos tratan de obstaculizar su labor y silenciarlos. Ese es el motivo de que se cuente con periodistas desaparecidos, detenidos, amenazados, amordazados y asesinados, un fenómeno cada vez más frecuente denominado “censura por la muerte”. Las condiciones de inseguridad para la prensa siguen siendo un tema pendiente de resolver por el Estado mexicano.

La actividad periodística se ha transformado en los últimos 20 años, cada vez son más los profesionales de esta actividad, y también, más egresados universitarios, lo que permitiría una colegiación, y también la posibilidad de contar con un código general de ética para periodistas.

No se deben establecer lineamientos que regulen la actividad en términos que limiten el desarrollo profesional, en todo caso es necesario definir lo que es un periodista, para saber quienes no lo son, y aquí, cabe preguntarse si periodista es quien lee noticias en un programa sin haber cursado la carrera, o quien disfrazado, realiza programas cómicos revestidos con notas periodísticas.

Se debe definir constitucionalmente que toda aquella autoridad o persona que afecte la libertad de expresión, mediante la amenaza, la intimidación o cualquier otro ilícito que afecten el desempeño profesional de un periodista.

En todo caso, eso será necesario para definir la federalización de los delitos, porque primero es menester la definición de lo que es un periodista, y luego, proceder a la creación de un órgano que verdaderamente investigue los ilícitos contra los informadores, porque, por ejemplo, la fiscalía especial que creó la Procuraduría General de la República, no ha resuelto ni siquiera un 40 por ciento de los casos que ha recibido, y la mayor parte de los expedientes que ha concluido han sido archivados.

Avancemos en la definición de un periodista, pero también hacia la profesionalización del gremio, reconociendo a todos aquellos que aprendieron el oficio de manera autodidacta, y para ello, mediante un examen, se les otorgue un título a quien acredite los conocimientos, a fin de llegar una verdadera colegiación.

martes, 7 de julio de 2009

EL PERIÓDICO MEDIO DE FORMACIÓN IDEOLÓGICA


La invención de la imprenta fue fundamental, llegó a América en 1536. Y la primera hoja volante de la que se tiene registro apareció en México en 1542.
Durante cien años circularon, aunque no lo hacían de manera periódica.
El primer periódico de América sustituyó las hojas de noticias por La Gaceta de México y Noticias de Nueva España en 1722.
En 1768 se publicó el Diario Literario de México, pero fue suspendido por orden del gobierno.

En 1805 apareció El Diario de México, pero dejó de publicarse cuando su redactor, Carlos María Bustamante, fue acusado de traidor en 1808. Y en 1810, el virrey de México suspende la libertad de imprenta, porque consideraba que Bustamante, junto con otros periodistas estaban difundiendo ideas contrarias a la corona española y fueron llevados a prisión.
En las primeras décadas de la lucha por la Independencia de México surgieron un sinfín de periódicos que alentaban y defendían la Independencia iniciada por Miguel Hidalgo y Costilla.
En 1840 la libertad de imprenta volvió a regir, lo que ayudó a los reaccionarios a divulgar rumores, falsedades y suposiciones. Establecieron como medio propio un periódico clerical: La Patria, y posteriormente El Universal, que se publicó hasta 1855.

Grandes historiadores consideran que fue en dos medios mexicanos en El Universal, y el Imparcial poco apreciados donde se dieran las innovaciones más destacadas, como el reportaje, y el anonimato en los editoriales.

Grandes y revolucionarias ideas se transmitieron a través del periodismo. Sus actores no eran simples trabajadores sino ideólogos dispuestos a dar la vida por sus creencias políticas, religiosas y culturales.
En ese marco en que el periódico ha sido instrumento de liberación, generador de opinión pública y de desarrollo, se construyeron los ideales informativos del siglo XX.

A lo largo del siglo tenemos la incursión en México de diarios tan importantes como El Dictamen de Veracruz (1898), El Universal (1916), el Excélsior (1917), El Nacional (1929), La Prensa (1928), La Afición (1933), La Jornada, Reforma, La Crónica, El Independiente y Diario Monitor (2003).

De 1950 a 1980 la prensa se convirtió en un instrumento del poder político. Fueron los diarios UnomásUno, La Jornada, Reforma y la revista Proceso los que marcarían nuevamente la pauta de la prensa mexicana.

Pese a las independencias ganadas, la gran batalla que el periodismo libra en el siglo XX se encuentra en varios frentes: la censura, el poder, la falta de lectores y la gran competencia.