viernes, 17 de julio de 2009

4. EL DESTAPE HACIA UNA VIDA POLÍTICA

Vivo al ritmo de mi país
y no puedo permanecer
al margen, quiero estar, quiero ser parte,
quiero presenciar,
caminar codo a codo con él,
quiero oírlo cada vez más,
acunarlo, llevarlo como medalla troquelado en mi pecho
Elena Poniatowska

Sus ideas políticas van más allá de cualquier partido o bandera ideológica, de cualquier color, su máxima es la lucha por la igualdad.
La responsabilidad de “no saber decir que no”
El domingo 3 de abril de 2005, Andrés Manuel López Obrador, a quien apenas conocía y eso por los periódicos, llegó a casa de la escritora a pedirle que colaborara junto con él en la lucha contra el desafuero –una burda maniobra para impedir que contendiera en las elecciones de 2006, opina Poniatowska–.
“Sus escasas visitas hicieron que gente que en la vida había visto tocara a mi puerta y exigiera: Dígale que le dé una casa a mi hijo, Pídale que busque al desobligado de mi marido.
La periodista admite que apoyó a AMLO porque él así se lo pidió: “Tengo un defecto, una enfermedad, me cuesta mucho trabajo, ¡no puedo decir que no!, siempre temo ofender a alguien si le digo que no.
Blanco de ataques y amenazas
Los mil rostros de Poniatowska nos llevan a seguir sus pasos y su incursión en la política de izquierda que la ha hecho blanco de algunos que la señalan y creen que su imagen se derrumba, aunque otros piensan que no pierde su lugar como escritora reconocida en el país.

Durante los meses previos a las elecciones presidenciales de 2006, apoyó en anuncios publicitarios al candidato de la Coalición por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Grabó cápsulas informativas que se transmitieron por radio y televisión donde advierte que son puras mentiras que López Obrador tenga relación con el presidente venezolano Hugo Chávez y que los segundos pisos en vías rápidas del no calumnien, juguemos limpio, fue el mensaje de Poniatowska.

El partido Acción Nacional respondió a esos spots con otro que reproducía aquel mensaje de la escritora. Pero mientras se le escuchaba hablar de las pensiones y de los segundos pisos, se veían las conocidas escenas de René Bejarano y Gustavo Ponce, ex secretario particular y ex tesorero del gobierno de López Obrador, respectivamente, “embolsándose los dólares” y jugando en las Vegas. A quién quieren engañar preguntaba una voz en off que recalcaba: López Obrador es un peligro para México.

Esta última decisión de apoyar al entonces candidato a la presidencia de la República de la Coalición por el Bien de Todos, AMLO, generó controversia en torno a su figura y la hizo víctima de amenazas y ataques verbales.

Asegura que no temió por su integridad física cuando fue blanco de dichas agresiones porque nunca le pegaron. “Nadie me agarró a cachetadas, pero sí me daban tristeza todo los insultos, porque eran en la noche, a las dos o tres de la mañana.

“Uno se despierta con mucho miedo, yo nunca desconecto mi teléfono porque tengo tres hijos y siempre pienso que me pueden necesitar. Me llamaban y me decían: Escritora venme a poner una dedicatoria en mi verga, pinche puta vieja vamos a ir por ti, te vamos a matar puta. Después de escuchar todo eso y más, me costaba mucho trabajo volver a dormir”.

Pero Elenita siempre ha sido una mujer fuerte, basta con recordar las miles de ocasiones que la amenazaron por teléfono después de su libro La noche de Tlatelolco, y no sólo eso, sino que fue vigilada por unos agentes que se estacionaron día y noche frente a su casa, para ver quien entraba y salía.
Y ella con esa ingenuidad que le caracteriza, salía y les llevaba café.

Pero la guerra sucia desatada por parte del Partido Acción Nacional, quien a través de su líder, Manuel Espino, hizo una declaración que provocó mayor indignación en una larga lista de intelectuales.

Textualmente tomado del periódico La Jornada, 11 de abril de 2006 “Esa pobre señora, me da pena, pues empeñó su prestigio en una causa que no vale”. Además presumió ser el responsable directo de esta campaña mediática y cuando la periodista Claudia Herrera Beltrán, del citado periódico, inquirió a Espino alertándole que había varios intelectuales que calificaban de atrocidad el spot del PAN contra Elena y que era una muestra de cómo Acción Nacional desprecia a la inteligencia de este país, obviamente se salió por la tangente, dando la respuesta más estúpida: ¡No sé qué tipo de intelectuales sean!

Elena Poniatowska, que se encontraba en Mérida disfrutando de un descanso de Semana Santa respondió al día siguiente a Manuel Espino, presidente del PAN: “Es un pobre lacayo del poder, y lo que ha hecho a lo largo de su vida es lambisconear a los poderosos. Está más para que lo pobreteen a él que a mí”, pues manifestó que el dirigente panista no tiene ninguna calidad moral y agregó que “apoyar a un candidato siempre es un compromiso y uno se la juega”.

Ese mismo día la respuesta de los intelectuales no se hizo esperar.
Por su parte el periodista Raúl Durán Cárdenas piensa que la literata tiene todo el derecho para participar en la política. “Ella fue siempre de izquierda, no es que haya rechazado la derecha. Entonces es lógico que desemboque en una corriente gubernamental afín a su ideología.
“En este medio el canibalismo es muy feroz, basta y sobra que alguien asome la cabeza para que se la devoren. Elenita está en todo su derecho de escribir, de hacer y decir todo lo que quiera, pero hay gente a la que no les agrada y son los que ahora están incrustados en el poder, les duele ver que una figura de la magnitud de Elena Poniatowska esté del otro bando, lógicamente tienen que provenir ataques, censura y hasta agresiones en su contra. Ella sabe muy bien lo que hace, pues es una persona pensante, inteligente, con conocimiento y muchos contactos.
“Ella ya no necesita trascender más, a su edad ya ha pasado más allá del bien y del mal, ha dejado una constancia escrita de sus entrevistas, ha dejado sus libros, una trayectoria, una personalidad, ha incursionado en el periodismo, en la literatura, en la radio, en la televisión, Elenita ya llegó a los límites que tiene que llegar todo ser humano... ¿Trascender más… a dónde?”, recapitula Durán Cárdenas.

Por su parte la editora de la sección Distrito Federal del periódico El Universal, Martha Ramos comenta: “Elena Poniatowska no debería escribir artículos de política, por haberse pronunciado a favor del partido de izquierda, porque pierde la imparcialidad en sus trabajos periodísticos, y además su imagen ha venido a menos”.

Una princesa de izquierda
Gracias a su ascendencia y debido a sus propias inclinaciones de izquierda, sus conocidos europeos la bautizaron como La Princesse Rouge (la princesa roja).
Instalada en ese tono cromático, Elenita considera que los sectores más favorecidos de México están con Felipe Calderón y que ella siempre estará con los más pobres. “Me he ocupado de las causas que me conmueven porque me enriquecen mucho. ¡No digo que me guste ver sufrir a la gente!, sino que me conmueve el esfuerzo que hacen para salir adelante”.
Puntualiza que se viven tiempos raros con tres presidentes: uno que ya salió, pero sigue opinando, el otro que no habla y se queda quieto y un tercero, el que no fue reconocido por el Tribunal Electoral y que es el que hace las propuestas.
Dentro de este contexto era obligado preguntar a la periodista lo arriesgado de tener un país dividido. A lo que inmediatamente responde: “Es un riesgo que se debe correr porque somos 15 millones de votantes con un proyecto de nación distinto. Hay mucho antagonismo, está muy polarizado.







Periodismo, literatura y política: ¿combinación extrema?

Pocas cosas se pueden decir de Poniatowska que no se sepan ya. La escritora mexicana ha pasado de las crónicas sociales y las entrevistas, a los reportajes del México habitado por los que nada tienen, de los olvidados, de los marginados, de los que sufren.
De la creación literaria a través de los testimonios recogidos de boca de los pisoteados en su desgarradora obra La noche de Tlatelolco, y del primer Premio Nacional de Periodismo entregado a una mujer en este país. Pasó a las filas de la campaña política de Andrés Manuel López.
A ella no le interesa un puesto político, su vida son sus hijos, los libros y sus viajes.
–¿Qué le gusta más… la literatura, el periodismo o la política?
–A mí la política no me gusta, ¡pero sí participar! Me gusta más escribir literatura, pero mi oficio de periodista me ha puesto en la realidad, me ayuda a tener los pies sobre la tierra, pues a veces no los tengo. Leo un periódico con disciplina y me gusta hacer mi trabajo con disciplina. Para mí el periodismo ha sido mi escuela, porque en la escuela de monjas yo rezaba todo el día, me persignaba, me confesaba, era hija de María. Las enseñanzas realmente me las dio la gente.
A pesar de ser considerada la mejor entrevistadora de México y de ser una de las grandes escritoras de nuestros tiempos con una trascendencia internacional, se comporta como la persona más sencilla que en el mundo pueda existir.
Es una mujer transparente que permite que se vea la realidad de la manera que es, sin cortapisas.
“Una vez le dije a Juan Soriano, que era muy sabio, yo quisiera volver a vivir para hacer las cosas mejor. Me contestó –¡No seas!, todo lo volverías a hacer pero más mal, ¡peor!–.
“¡Así me consoló!”.

jueves, 16 de julio de 2009

3. AL COBIJO DE LA LITERATURA


“En cada cumpleaños, mi Mamá nos regalaba un pequeño libro verde,
era La Ilíada, La Odisea y Don Quijote de la Mancha,
pero en versiones para niños”

Elena Poniatowska



“De chica tenía una institutriz que me decía: Cuando usted sepa leer bien se va a querer esconder para andar nomás leyendo, se va ir a meter a los rincones con sus libros. Entonces yo no sabía leer, pero fingía que sí y me sentaba en un rincón con un libro”.

De las crónicas sociales a Lilus Kikus

El oficio de periodista y esa búsqueda por encontrar un después en cada historia hace que Elena vaya más allá de las cuartillas cotidianas que escribe para el periódico y en 1954 publica Lilus Kikus, libro mágico.

Parece que en las narraciones se describe, pero ella asegura que no la reflejan totalmente porque entra el elemento ficción. “Un personaje se construye con uno mismo, pero también con otros rasgos, con elementos que lo han impactado a uno y que en un momento determinado se hacen presentes.

“Cuando escribí el libro no descubrí mi vocación de escritora, porque nunca he pensado en eso, simplemente fue algo que yo empecé a hacer como un trabajo”, que abrió las puertas para una fecunda producción literaria que hoy cuenta con más de 40 títulos, algunos ya clásicos en la literatura mexicana del siglo XX.

En éste camino recorrido Elenita cuenta con un gran número de entrevistas publicadas en el diario que la vio nacer Excélsior, y en el periódico Novedades. Donde retrata a México y a los grandes personajes que pasaron por nuestro país.

Todo empezó un domingo, publicado en 1963, libro que tuvo un gran éxito gracias al dúo Poniatowska - Beltrán, no se concibe la obra si faltase alguno de los dos. Es por ello que 35 años después sorprendieron los comentarios de Alberto Beltrán que en un tiempo fue el acompañante de Elena, sobre la paternidad del libro.

En una entrevista realizada por el periodista Ornelas del Financiero en marzo de 1998, Alberto Beltrán expresa: “Se me ocurrió hacer apuntes en la calle sobre escenas del día de descanso de todo mundo, se las mostré al encargado del suplemento de Novedades, Raúl Puga, y le gustó, le pareció bien mi idea de publicar dibujos sobre lo que hacía la gente los domingos”, pero Puga sugirió que los dibujos llevaran textos.
En ese tiempo Beltrán ilustraba las entrevistas que Elena solía publicar en México en la Cultura, el suplemento cultural de Novedades. La propuesta de Raúl fue cambiar los papeles: ella escribiría los textos que diera cuenta de los dibujos de Beltrán.

En un principio, el dibujante se resistió arguyendo que la periodista no conocía el país y aseguró que algunos de los textos que aparecen en el libro los escribió él, sobre todo los referidos a sitios fuera de la ciudad de México.
“Hoy Elena se niega a reconocerlo, pero si se revisa el Novedades podrán distinguirse los textos que yo escribí y los que son de ella, ya que no siempre me acompañaba”.
¿Por qué cuando el periodista Ornelas le preguntó si podía precisarlo, evadió a la pregunta diciendo que no los guardaba en la memoria y nunca entregó nada como prueba fehaciente?
La realidad estriba en que Elenita jamás le negó el crédito, incluso ella quería que su nombre viniera después del de Beltrán. En la primera edición del Fondo de Cultura Económica y en la reedición de la editorial Océano, porque los dos habían colaborado.

La escritora de talla internacional, Elena Poniatowska, no necesita colgarse de nada ni de nadie. Basta con observar su novela Hasta no verte Jesús mío que es trascendental de la literatura mexicana, la cual le abrió las puertas de par en par y la tiñó de guirnaldas.

Elena, que se destaca por su inquietud, incursiona como maestra en el taller de literatura en San Ángel, y una de sus alumnas le dijo que Gabriela Brimmer quería conocerla, a lo que la escritora accedió visitándola un día en su casa y se encontró con una mujer en silla de ruedas con parálisis cerebral, que con el pie izquierdo, siempre descalzo, aprendió a señalar en un tablero colocado a los pies de su silla de rueda las letras del alfabeto y así formar palabras.

Meses después Sari, la madre de Gaby, llamó a Elena para que fuera de nueva cuenta a su casa. La escritora sostuvo tres largas entrevistas con la madre, Sari Brimmer; la nana, Florencia Sánchez Morales, y la propia Gaby. Así nació el libro de Gaby Brimmer en 1979. A los veinte días de su lanzamiento se vendieron ocho mil ejemplares.

A raíz del éxito de la obra, Luis Mandoki se interesó en llevarlo a la pantalla grande. “Lo puse en contacto con Gaby, pero Mandoki me eliminó por completo. En la película jamás me dieron crédito. Es el hombre más deshonesto y tramposo que he encontrado en la vida”, le comenta a Michael Schuessler, autor de Elenísima.

En entrevista con Juan Antonio de la Riva, director de cine, éste mencionó que es válido que Luis Mandoki tomara el testimonio directo de Gaby Brimmer poniendo al filo de lo que podría ser plagio por tomar la idea a consecuencia del éxito del libro escrito por Poniatowska.

“Pero no supe si Elena demandó. Si no lo hizo fue porque no hubo plagio. Yo estuve en la premier de la película y recuerdo que entre los invitados estaba Poniatowska y Mandoki sí le dio el reconocimiento en público. Lo que no recuerdo es si en los créditos de la película aparece o no”.

Pero el problema está en que “Mandoki filmó Gaby una historia verdadera, y el título resulta una falacia, porque se enteró de la vida de Gaby mediante el libro y la mayor parte de las escenas están tomadas directamente de éste. Era difícil que Gaby se inventara otra biografía”, se lee en la página electrónica http://www.sepiensa.org.mx/contenidos/gbrimmer/gbrimeer.htm

Lo que sí es un hecho es que Brimmer hubiera pasado desapercibida si la escritora Elena Poniatowska no publica el libro. Ya que de la noche a la mañana Gaby tuvo un éxito espectacular. Muerta a los 52 años de un paro cardiaco, Gaby conoció la gloria, primero con un libro autobiográfico, Gaby Brimmer, que publicó editorial Grijalbo, y luego con la versión fílmica de este libro realizada en Hollywood, en 1987.

La noche de Tlatelolco… Fuerza expresiva de la memoria

Mi primer encuentro con Poniatowska fue, cuando era estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades y fue a través de su libro La noche de Tlatelolco, obra que reconstruye con entrevistas y testimonios la masacre estudiantil del 2 de octubre de 1968 donde mueren más de 300 estudiantes en la Plaza de las Tres culturas, en Tlatelolco, como fuera conocida en el mundo entero.

En letras, retrata el movimiento político y social definido por ella como una masa sin cabezas aparentes que logrará la más grande movilización independiente de la historia contemporánea de México: el movimiento más extraordinario después de la Revolución mexicana. Pasa así de escritora a abogada de las historias.

El 2 de octubre Elena se llenó de indignación, pues no creía que algo tan espantoso hubiera sucedido. Se enteró por la noche cuando fueron a verla María Alicia Martínez y su amiga Mercedes Olivera. Le contaron que había sangre en los edificios, que estaban perforados los elevadores con balas de ametralladora, que los vidrios de los comercios estaban destrozados. Aquello que le contaron le pareció absurdo. Su hijo Felipe tenía cuatro meses de nacido y ella todavía lo amamantaba.

Al día siguiente, la escritora se dirigió al lugar de los hechos y sintió la obligación moral de evidenciar las cosas, “A las siete de la mañana fui a Tlatelolco. No había agua, no había luz y los soldados hacían cola frente a los teléfonos. Entre las ruinas prehispánicas vi zapatos.

“Empecé a recoger los testimonios. Todo lo que me dijeron María Alicia y Mercedes Olivera lo escribí a máquina. Al día siguiente busqué a Oriana Fallaci, la periodista italiana, en el Hospital francés –quien en un principio fue trasladada al Hospital Rubén Leñero y se negó a prestar su declaración hasta que no tuviera conocimiento su embajada–. La vi en una silla de ruedas, no tenía mayores heridas porque salió a los dos días del hospital y tomó un vuelo a Acapulco. Llamaba al parlamento italiano para pedir que no viniera la delegación de ese país a las Olimpiadas en rechazo al gobierno de México.

“Decía que había sido corresponsal de guerra en Vietnam y que por lo menos sonaba una sirena antes de que empezaran los bombardeos o los disparos, que la gente se podía guarecer en un refugio, y que esa noche había visto que los soldados dispararon sobre una población. Además estaban en una plaza cerrada, fue una trampa, no podían salir. Llevé mi entrevista a Novedades y la rechazaron porque había la orden de no publicar una sola nota” relata Poniatowska en su libro La noche de Tlatelolco.

En los diarios, la información se redujo a lo mínimo, hay célebres cabezas de ocho columnas el 3 de octubre “Una minoría sectaria pretendió desviar el rumbo de la Revolución mexicana”, el conjunto de hechos se califica de “subversión”, los agentes judiciales decomisan fotos en los periódicos y películas en los noticieros de televisión, el clima es de tensión y sobresalto.

El primer manifiesto de protesta por la matanza del 2 de octubre por parte de la Asamblea de Intelectuales y Artistas se publicó el 5 de octubre en Excélsior y las tres personas que lo llevan al periódico fueron Juan García Ponce, Nancy Cárdenas y Héctor Valdés, a quienes detienen unas horas después, según lo dio a conocer Carlos Monsiváis, “A veinte años de La noche de Tlatelolco”, en la revista La Jornada semanal, el 13 de octubre de 1991.

La experiencia de la matanza de los estudiantes tuvo un fuerte impacto en la vida de la escritora. Al grado de expresar que después de Tlatelolco todos nos hicimos viejos.
En La noche de Tlatelolco se puede ver la más cruda denuncia de la represión gubernamental narrada a través de sus páginas. Ese conjunto de voces, ecos, reacciones y la conversación del enfrentamiento político en 745 testimonios.

El libro entró en prensa una semana antes de que saliera de la presidencia Gustavo Díaz Ordaz. Fue publicado cuando todos los diarios se negaban a difundir lo ocurrido en la matanza estudiantil. La reacción del poder fue en contra de la escritora. La noche de Tlatelolco es uno de los libros que permitieron precisamente que el 2 de octubre no se olvidara. El libro no recibió publicidad y la única reseña la realizó José Emilio Pacheco, quien conocía bien el manuscrito del libro y ayudó a Elena a corregirlo. Salió tres años después de los violentos acontecimientos.

De la época del presidente Díaz Ordaz se conocen repetidas represiones contra periodistas y publicaciones. Supuestamente PIPSA también redujo o negó el suministro de papel. Es por ello que en la entrevista con Raúl Durán Cárdenas secretario de redacción en esa época del periódico Novedades manifestó en repetidas ocasiones la escasez del papel y que por ello le recortaban su material periodístico a Elena o en el mejor de los casos lo sacaban en dos o tres series. Después de que Excélsior ejerciera su crítica contra la masacre de Tlatelolco, en 1969 se cometió un atentado dinamitero contra el edificio del periódico. El gobierno adjudicó el ataque a la izquierda.

En 1971 el entonces presidente de México, Luis Echeverría Álvarez le otorgó el premio Xavier Villaurrutia por su libro, y ella lo rechazó mediante una carta que se publicó censurada en Excélsior preguntando: ¿Quién va a premiar a los muertos…? Que no era un libro para festejar sino de denuncia.
“El gobierno ya tenía la costumbre de asumirlo todo, para restarle importancia. Francisco Zendejas me habló al día siguiente diciéndome que no me lo daban por La noche de Tlatelolco, sino por Hasta no verte Jesús mío. Cuando días antes Fausto Zapata, secretario particular de Echeverría me manifestó que estaba encantado por el premio que se me otorgaba”, recuerda indignada.

A partir de ahí fue muy criticada por las fuerzas del poder, porque ella todavía tenía la nacionalidad francesa y le decían que cómo alguien extranjero se atrevía a hablar del movimiento, que no tenía derechos. Razón de sobra para que se nacionalizara, aunque ya había adoptado la identidad mexicana. Por eso se siente agredida ante las críticas. “Yo trabajé en México e hice todo lo que había qué hacer y nunca pensé si era mexicana o francesa.

“Un día recibí una llamada de gobernación diciéndome que recordara que era extranjera y poseedora de una forma FM 2, tuve el pasaporte francés hasta 1969 ó 1970. Cuando le dije a Guillermo que me estaban echando la viga me preguntó, ¿qué pasaporte tienes? le dije que era francés, al día siguiente me llevó con Gabino Fraga, secretario de Relaciones Exteriores, quien me nacionalizó y nos dijo a mi marido y a mí que era un orgullo que yo fuera mexicana.

Orgullosa de ello, a más de dos décadas de su nacionalización, repite sonriente: “Pienso que si la madre diera la nacionalidad de todos modos yo sería mexicana porque mi apellido materno es Amor”.

La noche de Tlatelolco es uno de esos fenómenos insólitos: un hecho cultural y literario que se convierte en fenómeno político, apunta el escritor Carlos Monsiváis, en La Jornada semanal: “La noche en 20 años son mínimos en razón de la importancia que le atribuyo. Pero ningún otro de los libros mexicanos del siglo XX, que considero fundamentales, ha tenido mejor suerte a no ser que se vuelva libro de texto. Hoy es notoria la sabiduría de Poniatowska al organizar sus materiales, al fragmentar, al elegir testimonios directos y emotivos, al prescindir en lo posible del rollo”.

Por su parte, José Agustín comenta: “La noche de Tlatelolco siempre me pareció admirable por su condición literaria y artística. El libro trasciende su propia naturaleza y actúa como gran arte literario, ya que impacta en lo más profundo del lector, conmueve los sentimientos, además de que documenta los hechos del movimiento estudiantil de 1968 y su contexto global”. La Jornada semanal, 13 de octubre de 1991.

En esa misma publicación Elena con ese toque de generosidad, hace público su agradecimiento a uno de los líderes del movimiento del 68. “El libro lo comparto con Raúl Álvarez Garín, sin quien La noche de Tlatelolco hubiera sido imposible, ya que él citó en su celda a los informantes Roberto Escudero, José Agustín, Hugo Hiriart, Hernán Lara Zavala y Graciela Gliemo, quienes han dado muchas batallas no sólo políticas, sino en contra de sus demonios interiores que son las más duras”.

A 29 años del éxito de La noche de Tlatelolco un grito a destiempo se escuchó en 1997, cuando llegó a manos del líder estudiantil de 1968, Luis González de Alba, el libro La presidencia imperial, de Enrique Krauze. En él se argumenta que cuando empezó a leer algunas citas pensó que habían sido tomadas de su relato de Los días y los años y al remitirse al párrafo de su libro se dio cuenta que algunas habían sido cambiadas y que éstas habían sido tomadas del libro de Poniatowska.

González de Alba cita en la revista Nexos: “Elena me ayudó a sacar de Lecumberri el manuscrito terminado de Los días y los años. A mediados de 1970, Elena iba a la cárcel para realizar las entrevistas que luego emplearía para escribir La noche de Tlatelolco. A las pocas semanas recibí de Elena la solicitud para permitirle emplear elementos de mi relato.

“Por supuesto accedí con gusto. Mi libro no tuvo buen arranque en ventas, además la mezcla de mi relato, años de conversaciones entre presos aburridos, no era lo que el lector deseaba. Elena concluyó una obra espléndida, a muchas voces y con un llamativo título. La escritora me lo hizo llegar a la cárcel, donde corría mi tercer año de prisión, con una generosa dedicatoria que cubre dos páginas de texto y flores dibujadas con plumón morado”.

Las preguntas quedan en el aire… ¿Por qué esperó 27 años?, si él mismo da fe que el libro de La noche de Tlatelolco llegó a sus manos y lo leyó. ¡No objetó absolutamente nada! Además su libro Los días y los años, como él lo cita en su columna semanal en el diario La Jornada La ciencia en la calle, el lunes 13 de octubre de 1997, “salió poco antes que el de Elena”. Ese libro fue precisamente reconocido como el mejor de los que se escribieron en alusión al movimiento de 1968. Siendo galardonado con el Premio Xavier Villaurrutia, ¡Y tampoco dijo nada! Premio que como sabemos fue rechazado por la periodista.
Por otro lado, Miguel de la Vega, en la revista Proceso, 2 de noviembre de 1991, cita parte de la entrevista sobre el origen de La noche de Tlatelolco que Esteban Ascencio hizo a Poniatowska y que inclusive daría como fruto la obra Me lo dijo Elena Poniatowska.

“El libro de La noche de Tlatelolco lo empecé a finales de 1968 y durante 1969. Los domingos iba a Lecumberri, los barrotes se le encajaban a uno. Gracias a Raúl Álvarez Garín que los reunía en su celda pude platicar con muchos de los participantes del movimiento estudiantil de 1968. Raúl era un líder que todos estimaban, lo que el decía se hacía.

“La noche de Tlatelolco le debe todo. Si él dice a los demás: “No hablen con Elena”, simplemente no hay libro. Por lo general, los domingos los presos me apuntaban en la lista de Gilberto Guevara Niebla, cuya familia estaba en el norte. Alguna vez también en la de Raúl. Si no, imposible entrar. Luis González de Alba había escrito una novela excelente.

“Como era domingo y llegaban sus visitas, los estudiantes entraban y salían de la celda de Raúl y les pedí que me escribieran sus vivencias: así lo hicieron, me las hacían llegar a través de Carlos Fernández y Carmen Merino. Después los líderes ya no escribieron nada, quizá por desesperación, porque se hartaron o porque salieron a Chile. El que sí escribía mucho, porque tenía madera de escritor y su relato es impresionante por vivido y por auténtico, fue Luis González de Alba. A base de testimonios y entrevistas armé, a muchas voces, La noche de Tlatelolco. Cuando lo hice nadie, salvo las madres de los muchachos, querían dar su nombre. “Sí le cuento, pero cámbieme de nombre”. Por supuesto que nadie quería volver al Campo Militar Número Uno”.

A un día del tercer aniversario de la masacre de Tlatelolco, la corresponsal Elsa Arana Freire, dio a conocer una entrevista para la revista 7 Días titulada “Elena Poniatowska y la matanza de Tlatelolco”, en la cual narra la historia del libro.
“Yo había pensado hacer sólo un relato sobre La noche de Tlatelolco. Pero después me dije que esa noche no se explica si no se conoce la existencia del movimiento. El resultado fue un libro que se dividió en dos partes: la primera, Ganar la calle, con testimonios de muchachos encarcelados y de otros fuera de la cárcel cuyos nombres cambié, y la segunda, La noche misma de la masacre que es la más dramática, donde hay testimonios de periodistas y de otras personas. Así se hizo el libro como un collage.

“Casi toda la gente me respondía en idéntica forma: llegamos a las 17:30 hrs., salió una luz de bengala verde de un helicóptero, entonces entró el ejército. Acorraló a toda la gente con un movimiento de pinzas… Todo mundo exponía lo mismo y yo me dije, si lo repito cien veces agoto el relato. Entonces decidí escoger lo más emocionante o lo más significativo de cada testimonio. Por eso digo que mi libro es una especie de collage, de montaje que salió al ver la cantidad de hojas con repeticiones”.

En otro momento de la entrevista le inquieren a la escritora: ¿los testimonios que aparecen ahí han sido armados, modificados? A lo que ella responde: “muchos de ellos sí, porque eran largos y repetitivos, algunos hasta insólitos. La gente al contar los hechos no calculaba el tiempo, la hora, ni las distancias. También relataron hechos que nunca se han comprobado, como que en Tlatelolco hubo cuerpos y cadáveres cremados, cuerpos en los basureros. La masacre fue completamente desproporcionada”.

En 1968 México era una nación de secretos y mentiras, donde los rumores desvirtuaban a los hechos, la propaganda se enmascaraba como noticia y los funcionarios no le rendían cuentas a nadie. Como consecuencia, no se tiene una versión oficial, ni una extraoficial que pueda explicar sus persistentes misterios, concluía Kate Doyle en Proceso el primero de octubre de 2006.

Si el libro La noche de Tlatelolco hubiera sido escrito el día que González de Alba hizo la “aclaración” y exigió su crédito se aceptaría, pero como se mencionó antes, México en 1968 y durante el periodo de la Guerra sucia, era un país sin libertades y lleno de secretos, por eso Elena tuvo que utilizar el recurso de la técnica de la entrevista, cambiando nombres en sus relatos de La noche… para evitar la represión por parte del gobierno.

La situación de entonces a la fecha ha cambiado mucho y con el paso de los años es muy fácil exigir y pedir créditos a destiempo, pero ni la demanda ganada por parte de González de Alba podrá quitarle a Elena el honor y el crédito de haber escrito el que es considerado hasta el momento el mejor libro acerca de los eventos ocurridos aquel 2 de octubre de 1968.

En 1968 muere Jan, su hermano menor, en un accidente automovilístico en la carretera de Querétaro iba rumbo a una hacienda de la familia en Tequisquiapan. Fue algo sumamente doloroso para Elenita, ya que lo quería mucho. A partir de esa fecha en cada uno de sus libros inscribe a la memoria de Jan 1947–1968.

“Cuando escribí la dedicatoria: A Jan y a todos los que murieron en 1968, se creó una confusión porque mucha gente creyó que yo había hecho el libro porque Jan había muerto en los acontecimientos de Tlatelolco. Él sí fue parte del movimiento estudiantil y una vez me contó que había ido a Palacio Nacional a pintar graffiti y había participado en alguna marcha, pero no murió el 2 de octubre, sino después, el 8 de diciembre en Calpilalpan.

“Un camión embistió el automóvil que manejaba, por desgracia murió a los 21 años, fue una tragedia para toda la familia, pero sobre todo para mi madre”.
En su casa conserva varias fotografías donde está su hermano Jan y unos jazmines perfuman su memoria.

En 1979, murió el padre de la escritora desmoronado por la muerte de su hijo, la que nunca pudo superar. Por su parte, la madre de Elena siempre sufrió en silencio por la pérdida de su único hijo varón.
Elenita se ha caracterizado por ser una mujer reservada que nunca habla de amores, al único que recuerda con mucho cariño y admiración es al doctor Guillermo Haro, quien murió el 27 de abril de 1988.

“Pocos días antes de que mi madre muriera yo le conté que había ganado el premio Alfaguara. Entonces ella me dijo: Qué bueno, así ahora ya no vas a escribir. Para ella, eso era como una maldición”, comenta con Angélica Abelleyra en la entrevista “Elena Poniatowska: el eterno por qué”.

Poniatowska se mueve con discreción y modestia acometida por una crítica: “Soy excesivamente crítica y tiendo a ser acerba o amarga ¡no me perdono nada!”. De ahí que el carácter y la educación de la escritora no le permiten asomarse a su interior y ver ese lado bueno que siempre le reconocen los que han compartido con ella.

“Me cuesta hablar de mi persona, me quedo en lo anecdótico, me invade un temblor interno, me excito, es un examen…”, un examen que no está dispuesta a presentar.

miércoles, 15 de julio de 2009

DE LA PLUMA AL TEMPLETE

Indicadores Legales del Derecho de Acceso a la Información Pública en México


En 2002 se publicaron las primeras Leyes de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, también el involucramiento legislativo en la materia en los Estados de la República Mexicana.
En 2004 se elaboró el estudio “Decálogo del Marco Normativo del Derecho de Acceso a la Información Pública”, que tenía, entre otros objetivos, desarrollar un instrumento de medición y evaluación del sistema jurídico mexicano y sirviera de referente a las Entidades Federativas que no contaban con legislación de acceso a la información.
Toda metodología tiene un tiempo de vigencia, cuando el objeto estudiado va cambiando, se tiene que actualizar.
Por esa necesidad nace el libro: “Indicadores Legales del Derecho de Acceso a la Información Pública en México”. Con 17 tópicos, todos ellos extraídos de la realidad, permiten cuantificar los alcances de las legislaciones y los verdaderos niveles de apertura informativa en el ámbito gubernamental, y establecer si responden a los estándares internacionales.
De la misma manera, estos indicadores contienen criterios de ponderación, ante la falta de uniformidad legislativa en cuanto a la regulación del derecho a la información pública en México. Ya que el artículo 6°, señala al final del primer párrafo: “Que el derecho a la información será garantizado por el Estado”.
La 1ª fase. Se integró por las leyes vigentes en materia de Acceso a la Información Pública, en el ámbito federal y local; 2ª fase: se confrontaron los contenidos de las leyes aprobadas, las innovaciones en las reformas y en la legislación reciente en las Entidades Federativas. Toda esta información se sistematizó para obtener los indicadores.

1. Sujetos Obligados.- Todo el que ejerza gasto público tendrá que rendir cuentas de los recursos.
2. Definiciones e Interpretación.- La eficacia depende del estilo de redacción y contenido propio de las leyes. Se deberá favorecer en caso de duda, el acceso a la información.
3. Cultura de la Transparencia.- A través de la educación en todos los niveles para que los destinatarios lo ejerciten como otro tipo de derechos.
4. Información de Oficio.- que no dependa su acceso de una solicitud expresa.
5. Límites al Derecho de Acceso a la Información.- No toda la información es pública, existen restricciones debido a que la divulgación de información sensible puede poner en riesgo algún interés tutelado por la Constitución Política, tanto del Estado como de particulares.
6. Versiones Públicas.- En la información que es de uso restringido, el emisor puede generar versiones públicas en la que se protejan los datos sensibles, para evitar el daño o menoscabo.
7. Máxima Publicidad.- Todo sujeto obligado ponga a disposición la información, que tiene en su poder. Es importante que las leyes hagan una mención clara y precisa a éste.
8. Principio de Prueba de Daño.- fundamentar el daño que pueda producirse con la publicidad de la información.
9. Gratuidad de la Información.- La información que está en poder de los sujetos obligados es considerada como un bien público y tener acceso a ella es gratuito.
10. Periodo de Reserva.- Información que deberá permanecer así teniendo como plazo máximo 12 años.
11. Formas de Solicitud de Acceso a la Información.- Solicitud que presenta el interesado.
12. Habeas Data.- Definido como la tutela de datos personales en el ejercicio del derecho a la privacidad de las personas, así como los mecanismos para la corrección, supresión de la información de carácter personalísimo.
13. Órgano Garante.- Preferible que sea un ente con autonomía constitucional. Para que no se conviertan en juez y parte al momento de resolver la negativa o cumplimiento parcial del acceso a la información.
14. Afirmativa Ficta.- Cuando se solicita información y los sujetos obligados por omisión o negligencia dejan de contestar en tiempo y forma. A la misma se entiende que la respuesta se dio en sentido afirmativo.
15. Vías de Impugnación y Definitividad.- Que prevalezca el principio de sencillez del procedimiento que motive el seguimiento.
16. Formas de Control de la ley.- toda norma para tener vigencia y eficacia, debe contar con las posibles consecuencias ante el incumplimiento.
17. Ámbito Temporal.- en tiempo en que va entrar en vigor el contenido de la ley.

Cada uno de los indicadores señalados, sirvió como factor de medición del sistema legislativo vigente, para garantizar la transparencia de Acceso a la Información, teniendo como referente los principios que se integran en la reforma del artículo 6° Constitucional. Los criterios son juicios de valor que se aplican a los indicadores con el fin de darles una interpretación. A mayor información disponible de manera oficiosa se tendrá un gobierno con mayor apertura informativa.

Como mencionan los autores Gómez y Villanueva, el órgano de la Administración Pública Federal debe proveer lo necesario para que toda persona pueda tener acceso a la información mediante procedimientos sencillos y expeditos; transparentar la gestión pública, mediante la difusión de la información que generan los sujetos obligados; favorecer la rendición de cuentas a los ciudadanos, de manera que puedan valorar el desempeño. Es menester mejorar la organización, clasificación y manejo de los documentos, para contribuir a la democratización de la sociedad mexicana y la plena vigencia del Estado de derecho.

LA CAIDA DEL HALCON NEGRO

Cinta dirigida por Ridley Scott

“Solo los muertos han visto el
Fin de la guerra”. Platón



Somalia 3 de octubre de 1993: tropas estadounidenses del escuadrón Delta y de los Rangers del ejército estaban apostadas en las afueras de la capital, Mogadiscio, comandados por el general William Garrison. Su misión consistía en secuestrar a Omar Salad, primer consejero político y a Abdi Hassen Awale, ministro del interior. Ambos eran consejeros del líder Mohammed Farah Aidid, quien tenía a la población en condiciones hambruna y especulaba la ayuda humanitaria internacional.

El plan militar era una acción rápida que les tomara unos cuarenta y cinco minutos pero sostuvieron una batalla de 18 horas... que terminó con la muerte de mil somalíes y dieciocho soldados estadounidenses, y la derrota para Estados Unidos.

"Los medios informan sobre las bajas de los aliados pero no de los somalíes”. New York Times, 8 de diciembre de 1993.
En 1999, el escritor Mark Bowden publicó el libro “Black Hawk derribado: una historia de guerra moderna”, que narra la cronología de los sucesos ocurridos en Somalia relacionados con la batalla de octubre de 1993. El libro fue llevado al cine por Ridley Scott.
La caída del Halcón Negro es una cinta dirigida por Ridley Scott. Quien nació en South Shields, Northumberland, Inglaterra. Criado en Londres, Cumbria, Gales y Alemania, regresó al noreste de Inglaterra para vivir en Stockton-on-Tees estudió en la Real Academia de Arte. Fue ahí donde Scott realizó su primer cortometraje, “Boy and a Bicycle”, protagonizado por su hermano Tony.

En el 2002, Scott fue nominado para un Premio de la Academia por su gran éxito en taquilla “Black Hawk Down” (La Caída del Halcón Negro), que dirigió y produjo con Jerry Bruckheimer. La película fue elogiada por la representación del esfuerzo militar estadounidense que en 1993 llevó a cabo en Somalia. Fue su filme número 13, que le valió cuatro nominaciones al Oscar: por Fotografía, Sonido, Edición y, por supuesto, Dirección. Existe un buen manejo de cámaras, color, escenas e imágenes impactantes que llevan al espectador a vivir la crudeza que retrata a través del dolor únicamente de los soldados estadounidenses, dándole el toque humanista. Y otras tantas escalofriantes escenas llevadas al dramatismo y dolor.

Desafortunadamente los datos que maneja el cineasta son falseados por la realidad que describe a su manera. El filme de Ridley Scott está acusado de falsear la realidad. La demanda fue publicada en el periódico El Clarín, “Siempre hay otra mirada”, miércoles, 27 de marzo del 2002.


http://www.clarin.com/diario/2002/03/27/c-00301.htm
El filme nos presenta la misión que Estados Unidos llevó a cabo para eliminar a dos de los mejores combatenientes del caudillo somalí Mohamed Farrah Aidid como parte de la estrategia para sofocar la guerra civil y la hambruna que estaba azotando el país africano. En los primeros minutos del filme un soldado yanqui que acaba de llegar a Somalia ve a una multitud de hambrientos masacrada por las fuerzas de Aidid el 2 de octubre. En realidad no hay constancia de tal masacre. Según la película, a los soldados yanquis les preocupaba el bienestar de las mujeres y los niños somalíes. Pero en realidad hay constancia de que cometieron muchos crímenes de guerra.
La fuerza de asalto estuvo formada por 19 helicópteros, doce vehículos y 160 hombres. Durante la operación, dos helicópteros UH-60 de los Estados Unidos fueron impactados y abatidos por granadas propulsadas y otros tres sufrieron daños. Algunos de los soldados lograron evacuar a los heridos hacia la base, mostrándonos un verdadero interés por las vidas, otros quedaron atrapados en los lugares donde cayeron los helicópteros pero después fueron rescatados, mostrándonos un amor a la vida. A continuación se desarrolló una batalla en las calles de Mogadiscio hasta la mañana siguiente, cuando intervino un contingente formado por soldados de Pakistán y Malasia, junto con soldados estadounidenses. Para el rescate, la fuerza conjunta utilizó unos 60 vehículos, que incluyeron tanques de Pakistán, Vehículos Cóndor de transporte de personal de Malasia, y apoyados por helicópteros AH-1 y UH-60. Esta fuerza conjunta llegó hasta el lugar donde se estrelló el primer helicóptero El Halcón Negro que fue alcanzado por fuego enemigo en medio de Mogadiscio, la capital somalí, lograron evacuar los heridos. El segundo sitio fue arrasado y el único superviviente, fue Michael Durant, quien fue tomado como rehén. El resultado fue la muerte de 18 soldados y cientos de milicianos y de civiles somalíes.
La película a través de su estructura dramática, nos presenta una justificación de la intervención de Estados Unidos en Somalia, que supuestamente llegó para salvar al pueblo que se moría de hambre, bajo el tirano Mohammed Farrah Aidid, quien se robaba todo lo destinado para los hambrientos, y mataba a su propio pueblo.
“La caída del halcón negro” aparenta ser "realista"... pero en realidad es una sucesión de mentiras. Son intensos combates entre miles de somalíes y las unidades de comandos Rangers y Delta Force del ejército yanqui.
Pero la mayor mentira de todas es lo que dice sobre las causas y metas de la invasión, que solo reciben una breve mención al comienzo. Pero con eso basta para torcer la realidad. A los marines los pinta como héroes que combaten con honor y salvan la vida de sus compañeros al grado de matizar las escenas y de connotar su valentía. Y con ello justificar una guerra injusta. Según Robert B. Oakley, el "enviado especial" del presidente Clinton a Somalia, y el general Anthony C. Zinni, comandante en jefe de las operaciones en Somalia, dos veces más somalíes resultaron heridos, y dos tercios de ellos eran civiles y muchos niños. Durante la invasión esos hechos no se mencionaron y tampoco se ven en la película.
El epílogo de la película nos muestra que Estados Unidos aun en la derrota triunfa, ya que nos denota la ética de los soldados de no dejar a un solo compañero caído, y de ser un país que llega a Somalia a rescatar a un pueblo hambriento. La película salió justo cuando Estados Unidos acababa de enviar fuerzas armadas a Afganistán, Pakistán, Uzbekistán, Filipinas, Yemen, Indonesia y otros países.
“Y en el estreno estuvieron presentes Bush hijo; Donald Rumsfeld y Colin Powell, salieron de la función muy entusiasmados y orgullosos. Es importante señalar que la propia embajada estadounidense se localizaba en el interior de un complejo petrolero de la empresa Conoco. Asimismo uno de los héroes del filme, el soldado John Grimes, es en realidad John Stebbins, quien ahora cumple una condena de treinta años Por haber violado a una niña de doce años, y el Pentágono exigió que fuera disfrazado para evitar controversias.
“No se menciona que tras el derrocamiento en 1991 del títere despótico que gobernaba Somalia, Mohamed Saiad Barre, las grandes compañías petroleras que se beneficiaban de su régimen (Conoco, Chevron, Phillips y Amoco) se encontraron en un país en caos donde sus intereses estaban en peligro. Bush padre decidió enviar, bajo el pretexto de ser humanitaria, una fuerza para restablecer el orden y proteger los intereses de esas corporaciones”. (Naief Yehya, Guerra y Propaganda, pp. 180, 181)
Tampoco se supo que en 1993 Clinton mandó entrenar una unidad especial de Rangers y de asesinos de la Delta Force en el fuerte Bragg para una operación clandestina, y en agosto la despachó a Somalia. En la película, son unos soldados comunes y corrientes, unos muchachos inocentes que van a salvar a los somalíes del hambre.
Además hubo muchos episodios sangrientos, y abusos de soldados estadounidenses, que nunca fueron investigados, ni tomados en cuenta. Y la película pone una especie de punto final, a cualquier duda, al presentar a sus soldados como unos verdaderos héroes.
"Casi hemos apagado el incendio, pero siguen ardiendo unas pocas ascuas. Si no las extinguimos, arderán de nuevo y habrá más muertos" El presidente Clinton, en defensa de los Rangers.

DEFENDER EL DERECHO A LA INFORMACIÓN


ANÁLISIS 2000 – PRIMER CUATRIMESTRE 2008

“Una prensa libre puede ser mala o buena, pero sin libertad,
la prensa nunca será otra cosa que mala”. Albert Camus (1913-1960)



La Fundación para la Libertad de Expresión tiene entre otros objetivos, promover, capacitar, y defender el derecho a la información, así como asistir jurídicamente cuando la libertad de expresión haya sido violentada o esté en riesgo de serlo. Para con ello dar seguridad a los periodistas, empresas, y dotar al ciudadano de instrumentos legales para ejercer el derecho de réplica.

En la primera Conferencia de América Latina sobre Medios de Comunicación, con el tema Violencia contra periodistas, México ocupa el primer lugar entre los países peligrosos para ejercer el periodismo en América. “Hoy día enfrenta niveles de impunidad y autocensura que amenazan gravemente a la libertad de expresión, en menos de una década, 24 comunicadores han sido asesinados, ocho están desaparecidos y decenas se encuentran amenazados” (Víctor Ballinas, “México, el más peligroso de América para los periodistas…” La Jornada, 7 de octubre de 2008).

Por esa problemática que se vive, se han hecho diversos estudios que documentan las agresiones que viven los periodistas, y las empresas de comunicación, en su actividad diaria. Existen diversas formas de medición que arrojan datos que llegan a ser divergentes. Por ello el libro, “Libertad de Expresión. Revisión metodológica de las agresiones a periodistas en México”, plantea un revisión metodológica, teniendo como insumo principal a la Fundación Manuel Buendía quien lleva años documentando de manera hemerográfica las agresiones a periodistas y medios. Se realizó una depuración a través de la revisión jurídica, para aportar desde la ley, la forma de medición que impida la descalificación por supuestas discrecionalidades. Y por último presentan a través de un DVD los testimonios de periodistas que han sido victimas de ataques, para evitar que se despersonalice el impacto de su agravio y terminen siendo un número en las estadísticas oficiales, como sucede en nuestro país.

En México lo que prevalece es la legalidad con la cual se aspira a alcanzar la justicia. Dentro de este principio de legalidad, “El particular podrá hacer todo lo que no esté expresamente prohibido en ley”, y “La autoridad solo podrá hacer lo expresamente permitido”. Este principio se encuentra en el artículo 16 constitucional. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud del mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal. La molestia debe basarse en una disposición normativa general, para que sea procedente el acto de autoridad, realizar lo que permite la ley, de ahí entonces el utilizar la normatividad como elemento depurador de los alcances de las agresiones a la libertad de expresión en México. Y la motivación indica que las circunstancias del caso encuadren dentro del marco establecido por la ley.

Se clasificaron las variables en razón del sujeto que sufre la agresión: periodista y medios. Y por la naturaleza de la agresión: directas e indirectas. (Algunos de los rubros coinciden tanto en las agresiones a periodistas como a medios).

1. Agresiones a Periodistas Directas.- aquellas que de manera inmediata afectan su labor.
a. Acoso u hostigamiento.- perseguir sin dar tregua, ni reposo, importunar con requerimientos.
b. Agresión Física.- acto ofensivo, el amago o empleo de la fuerza.
c. Allanamiento.- el que entrare o permaneciera ilegítimamente en morada ajena.
d. Amenazas/intimidación.- todo lo que produce temor o presión moral, anunciar al otro que se le va causar algún mal.
e. Asesinato.- “Homicidio calificado por la perversidad o por la concurrencia de ciertas circunstancias de agravación”.
f. Atentado.- ataque dirigido contra una persona, sus derechos o bienes.
g. Bloqueo informativo/obstaculización.- acción de interceptar, obstruir, cerrar el paso, o impedir el funcionamiento normal de algo.
h. Censura.- originaria, como determinadota de los límites de una estructura inconsciente. Producto psicopolítico, limitadora de lo que debe ser introyectado socialmente. Como regla prohibitiva, determinada por el modo de producción social y por la ideología.
i. Decomiso/Confiscación.- Privación definitiva de los instrumentos y del producto del delito o falta. Privación de bienes asumidos por el fisco.
j. Desaparición.- ocultar, quitar de la vista. Dejar de existir.
k. Insultos.- ofender, provocándolo e irritándolo con palabras o acciones.
l. Secuestro.- aprehender a alguien indebidamente, para cualquier fin o propósito.

2. Agresiones a Periodistas indirectas.- de manera sutil, no inmediata o directa, que
Termina impactando en el ejercicio de su labor.

a. Arbitrariedad de edición.- proceder contrario a la justicia, en detrimento del contenido original.
b. Auto de formal prisión.- resolución jurisdiccional dictada dentro de las 72 horas de que el imputado que da a disposición del juzgador, en que se fijan los hechos materia del proceso estimándose acreditado el cuerpo del delito y establecida la probable responsabilidad del inculpado.
c. Anuncio de demanda.- amenaza pública de la presentación de demanda.
d. Cita a comparecer.- requerimiento de una autoridad, a efecto de declarar sobre hechos, que puede implicar presión para revelar fuente.
e. Demanda/denuncia.- acto fundamental con el que la parte actora, inicia el ejercicio de la acción.
f. Despido.- disolución unilateral de la relación de trabajo por parte del patrón, ante el incumplimiento grave y culposo de las obligaciones del trabajador.
g. Detención.- cuando se priva a alguien de la libertad, está autorizada cuando la realiza una autoridad para ponerla a orden del juez u otra autoridad valedera.
h. Orden de aprehensión.- es la orden que dicta un juez para capturar a una persona por la comisión de un delito que amerita pena corporal.
i. Robo.- ilegítimo apoderamiento de cosa ajena mediante fuerza en las cosas o violencia en las personas.

AGRESIONES A MEDIOS DIRECTAS.- acoso o hostigamiento, agresión física, allanamiento, amenazas/intimidación, anuncio de bloqueo informativo/publicitario, asesinato, atentado, bloqueo informativo, censura, desaparición y toma; conquista u ocupación por la fuerza de una plaza o ciudad. DIRECTAS INDIRECTAS.- anuncio de demanda, aseguramiento, auto de formal prisión, cierre temporal o clausura, cita a comparecer, confiscación, demanda, detención, multa, robo y secuestro.

Las variables que se presentan van encaminadas al abuso de derechos en materia penal y civil, sin que las propias autoridades tomen en cuenta que el periodista es depositario de un derecho ajeno que es la información que transmite. La función que desempeña es arriesgada y peligrosa, ya que saca a la luz hechos de interés público, que en la mayoría de las ocasiones ponen en tela de juicio las actividades de los funcionarios públicos y otras tantas al crimen organizado. En el caso de los medios destaca el uso de facultades administrativas de la autoridad para amedrentar el ejercicio de la libertad de expresión, con la que se manifiesta la doble vertiente de la agresión, cuando es la misma autoridad quien quebranta el derecho.

Al suministrar información los periodistas a través de su fuente, otorgan poder a la sociedad, por eso el gobierno y los poderosos tratan de obstaculizar su labor y silenciarlos. Las condiciones de inseguridad para la prensa es un tema pendiente del Estado mexicano.
La Fiscalía Especial para Atender las Agresiones a Periodistas, dependencia de la PGR, no ha resuelto ni siquiera un cuarenta por ciento de los casos que ha recibido, y la mayor parte de los expedientes han sido archivados. La impunidad y las acciones emprendidas por parte del gobierno, representan los peligros más evidentes para el libre ejercicio del periodismo.

THE CORPORATION

LA CORPORACIÓN (DOCUMENTAL)

TÍTULO ORIGINAL THE CORPORATION
FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA 2004
DIRECTOR: JENNIFER ABBOTT, MARK ACHBAR


El Documental analiza la naturaleza, evolución, impacto y posible futuro de las corporaciones modernas que cada vez son más dominantes.
Ya que existe una amenaza sobre la falta de control público, cada empresa trabaja de acuerdo a sus fines e intereses, tomando como base que toda Institución está encaminada a obtener un fin.

Es impactante al inicio oír al presidente Bush decir: “que el 95% de comunidad de negocios es honesta, y hay otras que son manzanas podridas”. Además como sabemos la mayoría de los capitalistas, consideran que Estados Unidos es el mejor país para las grandes inversiones.

Una Institución genera grandes riquezas y también causa enormes daños, muchas veces ocultos, pero lo importante para ellas es llegar al éxito a costa de lo que sea, por ello se pone como ejemplo a un águila que es competitiva y visionaria. Otras piensan que es un monstruo, listo para devorar todas las ganancias a costa de lo que sea. Otras la comparan con una ballena, animal bueno que puede tragar todo en un instante.

Corporación la definen como una forma de ser dueño de un negocio, con un grupo de individuos, no seres humanos con un rostro y una historia propia. Que trabajan para lograr objetivos conjuntos, es decir, ganar dinero. El documental hace una la analogía con la familia, pero en una empresa si el empleado no funciona para lo que se contrató, es despedido y se contrata otro, en cambio en una familia, no se puede despedir y cambiar a un hijo por otro.

El abuso de la mano de obra a bajo costo, y la explotación de jovencitas de 13 años, trabajando en condiciones paupérrimas, lo podemos ver en las fábricas de artículos deportivos, en los países como China, India, Indonesia y Tailandia. Las Olimpíadas de Pekín 2008 representaron una oportunidad de oro para la industria, quienes pagaron una cuota elevada, pero manejable para acceder a un acuerdo de patrocinio, y tener derecho a la licencia.


A pesar de más de 15 años de códigos de conducta adoptados por las principales marcas de artículos deportivos, tales como Adidas, Nike, New Balance, Puma y Reebok, los trabajadores que elaboran los productos de estas marcas todavía hacen frente a una presión extrema para cumplir con las cuotas de producción; a horas de sobretiempo excesivas, no registradas y no remuneradas; a abusos verbales y amenazas a la salud y la seguridad como resultado de las altas cuotas o la exposición a químicos tóxicos; y a la
inexistencia de los programas de salud y otras formas de seguros requeridas por la ley.

Los trabajadores ni siquiera estaban recibiendo el salario mínimo legal, a pesar de tener que trabajar de 12 a 13 horas al día. Igualmente, en varias de las fábricas, hay evidencia de que los empleadores falsifican los registros con el fin de enmascarar el hecho de que los trabajadores están siendo obligados a cumplir excesivas jornadas prolongadas e ilegales que no están recibiendo un pago por horas de sobretiempo basado en una tarifa especial
como lo determina la ley.

“Ya estoy muerta del cansancio…ninguno tiene tiempo de ir al baño o tomar agua. Aun
así, trabajamos sin descanso y siempre tenemos miedo de no ir lo suficientemente rápido para entregar las suelas a la próxima línea de producción. Los supervisores siempre están presionándonos y fastidiándonos. Terminamos todas cansadas y sucias. Trabajamos sin parar y todavía recibimos reproches de los supervisores”. Trabajadora de una línea de producción de zapatos New Balance, Dunhuang, China.
http://es.maquilasolidarity.org/sites/es.maquilasolidarity.org/files/CJL-Salvando%20Obstaculos-resumen%20ejecutivo-abril2008.pdf

Por su parte los trabajadores que cosen balones de fútbol desde sus casas en Jalandhar, India, ganan por destajo lo mismo desde hace cinco años, a pesar de que los índices locales de inflación fueron estimados el año pasado entre 6,7% y 10%. Dependiendo del tipo de balón, un trabajador a domicilio gana entre US$ 0,35 y US$ 0,88 por balón y logra completar dos a cuatro balones por día. Durante los meses en que bajan las órdenes de compra, las familias a veces se ven agobiadas por las deudas contraídas con prestamistas.

Los costureros de balones de fútbol de Pakistán, reciben entre US$ 0,57 y US$ 0,65 por cada balón que cosen, una tarifa a destajo que no ha cambiado en seis años a pesar de que el índice de precios al consumidor ha aumentado en 40% durante el mismo período. No es suficiente para que el trabajador y su familia puedan aspirar a un nivel de vida decente.

“En Lekit Stationary Company Ldt se encontró que esta grande y exitosa fábrica pagaba de manera sistemática a sus trabajadores menos del 50% del sueldo mínimo de la zona. La fábrica pagaba a sus empleados a partir de una base muy baja y les exigía trabajar 13 horas al día con muy pocos, o incluso ningún día de descanso al mes. Asimismo, Lekit es una de las firmas que utilizaba un alto porcentaje de trabajadores temporales en sus plantas industriales, y no demostraron registrar ni pagar la seguridad social para su personal, ni durante el tiempo en que se realizó el informe, ni en el pasado. La fábrica practicaba un sistema de castigos innecesario para manejar y disciplinar a sus empleados. Esta fábrica, que fue autorizada para que sus artículos llevaran el logo y la mascota olímpica, también empleaba la mano de obra infantil obligándoles a trabajar trece horas diarias; no tienen registros de la contratación de dichos niños ni del resto de los empleados, con el fin de evadir sus actuales y futuras obligaciones como empleador.

Mientras los trabajadores intentan beneficiarse de la libertad de asociación, que es un derecho humano, se arriesgan a ser despedidos: la dirección de la empresa puede rechazar cualquier intento de unión sindical y también cualquier propuesta de negociación. La dirección puede cerrar la fábrica e implantarla en otro lugar, o simplemente reducir el número de pedidos, también puede deslocalizar la producción a otro sitio donde la negociación colectiva esté prohibida por la ley. Estos datos figuran en el informe de JUEGA LIMPIO titulado “Salvando obstáculos: pasos para mejorar los salarios y las condiciones de trabajo en la industria mundial de artículos deportivos”.
http://www.pangea.org/gazte-ko/documentos/JUEGA%20LIMPIO%202008%20-%20Preguntas%20frecuentes.pdf?PHPSESSID=85ce592abca4b014a1ba10a3b1b97062


El documental habla que después de la Guerra Civil y la Revolución Industrial, quitaron restricciones para los trabajadores, a través de enmiendas aprobadas, dentro de las que se decía “Que ningún Estado Puede privar a una persona de su vida, libertad o propiedad sin un debido proceso legal”, como se había hecho por muchos años. Y en la actualidad seguimos viendo la explotación de los trabajadores, y el abuso total por parte de las corporaciones.

2. EL PERIODISMO ABRAZA A PONIATOWSKA


“De la calle fui al periodismo y gracias al periodismo,
preguntando, tuve la suerte de conocer a
Tamayo, a Henry Moore, a Octavio Paz, a Borges, a
Rulfo, a Miguel León Portilla, a García Márquez, a
Leonora Carrigton, a Rosario Castellanos,
a Dolores del Río, a Julio Cortázar, a André Malraux,
a Nadine Gordimer, a Susan Sontag, a Carlos Fuentes
y nunca nadie tuvo mejores maestros”

Elena Poniatowska


A los nueve años de edad Elenita llega a México, pero no es sino hasta una década después, a los 19, que desata el nudo de su gran curiosidad al ingresar al mundo del periodismo en Excélsior. Empezó a firmar como “Dumbo”.

“Todo lo que soy se lo debo al periodismo, si algo he hecho en la escritura ha sido gracias a él. Mi formación, mi código moral, todo lo he hecho a través de este trabajo. Siempre, en todas partes, cuando tengo que decir o escribir mi profesión pongo periodista, jamás pongo escritora; en el pasaporte, en todas partes. Hay quienes piensan que es más prestigioso ser escritor que periodista, a lo mejor tienen razón, pero aún así me sigo considerando periodista”.

Elena se inició en Excélsior, cuando casi no había mujeres en el gremio. “Estaba Elvira Vargas y Rosa Castro, quienes se dedicaban a crónicas sociales, es decir, a reseñar bodas y presentaciones, por ejemplo. Socorro Díaz fue directora y Sara Moirón jefa de información del periódico El Día. Ana Cecilia Treviño, Bambi, empezó a hacer entrevistas y obtuvo buena respuesta. Ahora hay mayor cantidad de mujeres, La Jornada la dirige Carmen Lira Saade”.

Explica y está convencida de que el periodismo en México ha tenido enormes avances, “el lenguaje es mucho más directo, el tono es más rápido. Ahora puedes hablar más, los formatos han mejorado me gusta el formato tabloide, ya que los periódicos de ahora no son esa cantidad de hojas tan espantosas que antes se tenían que cargar.

“Creo en el periodismo joven, pero ahora los chavos están interesadísimos en figurar en la televisión. Les interesa ser carita e irse a la tele. No les gusta redactar ¿qué clase de periodistas quieren ser?

“Antes se hablaba por clichés, se decía: apoteótica multitud recibió al presidente. Yo sólo escribía lo que veía: el presidente llegó y se le atoró un pie en la alfombra y por poco se va de bruces y si no es por un guarura que lo sostiene se hubiera caído totalmente.

“Cuando me inicié en el periodismo no se podía entrevistar a la gente de la calle, ni hablar de una colonia marginada o pobre porque denigraban a México. Incluso Jorge Ferreti, que fue el director de cinematografía, invitó a Carlos Fuentes y a Juan Rulfo a ser censores, se sentaban capulinamente, no hacían nada, a ver la película, si se atravesaba un perro flaco en el escenario decían ¡Corte!, la imagen de este perro denigra la imagen de México, cortaban la escena y sacaban al perro a pedradas y se volvía a filmar. Había una atmósfera de que lo feo no se podía publicar, no se dice, no aparece.

“En los años 70 empecé a escribir crónicas sociales y siete años después, fueron más aceptadas. “En este país los periodistas actúan como censores, porque a muchos funcionarios públicos les da miedo ser denunciados en los periódicos y aparecer en revistas como Proceso, que denuncian las corruptelas, los robos y las trampas de funcionarios públicos; esto sirve de freno a la inmoralidad”.


Casualidades de la vida: Una puerta hacia el acontecer citadino


“En mi casa recibíamos el periódico Excélsior y leía las entrevistas de Bambi. Una amiga, María de Lourdes Correa, me dijo que su tío era el director de la sección de sociales de Excélsior y me acompañó para decirle que quería ser periodista: Para salir del compromiso, Eduardo Correa me dijo: “Hazle una entrevista a mi sobrina. A ver cómo te sale y me la traes.

“Tenía 19 años cuando esa misma tarde acudí a un coctel de la condesa Helen Nazelli y el embajador de Estados Unidos en México, Francis White, estaba ahí. En ese festejo le dije a mi mami: ¡dile que soy periodista, dile que soy periodista y que quiero hacerle una entrevista!

Al presentarme con el embajador, éste me hizo así en la cabeza –se toca para explicar– y me dijo: ¡buena niña, buena niña!, -cambia el tono de voz, como si fuera la del embajador- pues que venga mañana a mi oficina. Y al día siguiente fui a la embajada frente al restaurante Bellinghausen, no era ese edificio imponente que ahora nosotros conocemos, en Reforma.

Le hice una entrevista de lo más idiota, le pregunté cualquier cantidad de babosadas, una sarta de tonterías porque yo no era periodista ni nada, me improvise en ese segundo y le pregunté ¿cómo veía las relaciones con México?, él acababa de llegar como embajador ¿qué iba a hacer para mejorarlas?, era un señor de pelo blanco parecía Santa Claus y me regaló una foto, la llevé a Excélsior y me la publicaron de inmediato porque él no había dado ninguna conferencia de prensa.

Les gustó. “De ahí el director de sociales me dijo: ¡tráigame para mañana de inmediato una entrevista! Y yo dije ¿A quién entrevisto?, ¿cómo le hago? Entonces caminé por Reforma, iba a mi clase de taquimecanografía y pasé por el Hotel del Prado y en la marquesina vi un letrero que decía: Amalia Rodríguez Canta Fados Portugueses.

“Entré y dije que quería hacer una entrevista, me preguntaron: ¿de parte de quién? contesté de parte de Excélsior y de inmediato me dijeron que pasara a ver a la señora. Eso fue como el ábrete sésamo, si no nunca me hubiera recibido e incluso me invitaron a las noches de cabaret para disfrutar el espectáculo”.

Contrario a la felicidad que a Elena le dio ejercer el periodismo, a Doña Paulette no le pareció apropiado que una mujer de abolengo se metiera en ese mundo dominado por los hombres y por gente de clase media, pues no era de buen gusto aparecer en la prensa salvo el día de la boda o de la muerte, pero escribir ni siquiera se pensaba.

El secretario de Redacción era Raúl Durán Cárdenas, quien comenta que a Elenita nunca se le marcó una línea para sus entrevistas, ella era una colaboradora libre, buscaba sus entrevistados, hacía su trabajo y lo llevaba al periódico. Ese desempeño le valió para ser calificada como la mejor entrevistadora de México.

Poniatowska fue la primera mujer en ganar el Premio Nacional de Periodismo en 1979. Es así como se convierte en un personaje esencial porque enseña a contar las cosas de otra manera, donde se mezclan emociones, sentimientos y no se pierde nunca de vista el telón social, que es el que siempre le ha interesado.

“Me dio mucho gusto recibir el premio. Lo había recibido Socorro Díaz, pero ella como directora de un suplemento que finalmente no dirigía, fue una enorme alegría y fue más grato porque mi papá me acompañó, pero lo más triste fue que no me atreví a presentarle a mi papá al presidente José López Portillo. Hubiera podido hacerlo porque mi papá fue un soldado y un hombre extraordinario”, dice Elena.

Ella se inició en el periodismo un poco por casualidad y eso siempre ha sido como la fuente de su enorme sensibilidad. Sobrina de la poetisa Pita Amor, se liga a los grandes intelectuales de la época y ahí es donde le surge el gusto por la escritura y la literatura.

“Escuchar y no hablar”, la magia de la entrevista

Dos años fueron suficientes para que la joven Elenita demostrara un estilo propio, con inocencia desentraña las más profundas cosas y rescata con su pluma escenas, personajes pintorescos y cotidianos del país.
“Iba buscando y descubriendo mi país en la medida que hacía mis entrevistas.

Yo creo que hice entrevistas por una razón muy personal porque estoy llena de preguntas… y nunca he tenido una respuesta, entonces siempre voy preguntando a una gente y a otra, incluso en las reuniones les pregunto ¿qué piensas de esto? ¿Qué pasó allá?, soy muy insegura, muy preguntona.

“Yo hacía las entrevistas a tontas y a locas, llegaba sin saber absolutamente nada de las personas. A Diego Rivera le pregunté si sus dientes eran de leche, porque se los vi muy chiquitos, y me dijo: ¡con estos me como a las polakitas preguntonas!.

Para Poniatowska, el periodismo es, de cierta manera, un modo de estar sobre la tierra y aprehender el mundo, de intentar entenderlo. En alguna ocasión el dramaturgo Víctor Hugo Rascón dijo que Elena como periodista sabía cómo preguntar, ya que hacía cuestionamientos ingenuos que eran bombas en la boca del entrevistado.

La periodista explica que una entrevista debe hacerse rápida y concisa. Cuidando que el personaje quede perfectamente bien retratado. Además le gusta más entrevistar hombres porque dice que ellos no tienen pose, como las mujeres. “¡Bueno!, exceptuando a los pintores”.

“La magia de escribir es mirar hacia la pantalla y jamás corregir hasta que termine. En ocasiones mis artículos son muy largos y también malísimos, pero se convierten en la materia prima de donde saldrá después un cuento, un artículo, una entrevista o un prólogo”.

Entre maestros del periodismo te veas

Los inicios de Elena Poniatowska en Excélsior la llevan a tener un acercamiento con grandes personajes de su tiempo, que a su vez le ayudaron a forjarse en esa profesión que “ha abrazado”, con mucha dignidad, y arguye: “quien no la tenga mejor que se dedique a otra cosa”.

Dentro de los géneros periodísticos destacó en la entrevista y en la crónica; en ellos renovó el lenguaje con la habilidad para jugar con las voces del entrevistador y el entrevistado, así como con distintos estilos que dan un sello inconfundible a sus narraciones. Octavio Paz llegó a decir que era la mejor periodista de México.

El 7 de julio de 1955 la vida de Elena da un giro de 360 grados: nace en Roma su primer hijo, Emmanuel, suceso que la llena de alegría. A partir de ahí la vida de la escritora giró en torno a él y a sus libros. Ya que al regresar a México lo hizo con la idea de escribir una novela… y también de hacer miles de entrevistas para Novedades.

A finales de 1955 Elenita entró al suplemento de Novedades México en la Cultura, dirigido por Fernando Benítez. Se hizo amiga de José Emilio Pacheco, de Carlos Monsiváis y de Jaime García Terrés y Gastón García Cantú, quienes eran los encargados del suplemento cuando Benítez no estaba.

Elena continuó con su labor periodística y en 1959 se encuentra con el astrofísico mexicano Guillermo Haro, personaje hosco, quien el día de su entrevista le da unos artículos que él había escrito y le dice que intercale preguntas y allí encontraría las respuestas, pues tenía una opinión pésima de los periodistas, y la despidió de su oficina. De ahí que se convirtiera en un reto personal y profesional entrevistarlo.

A los 15 días Elena toma el autobús rumbo a Tonantzintla para entrevistarlo “como Dios manda”, con preguntas preparadas y buenas y lo logró. La entrevista se publicó en Novedades el 10 de enero de 1959.

Fue así como comenzó la amistad con Haro, que después se convirtió en algo más serio. “Recuerdo que una de las primeras veces que lo vi me regaló 12 docenas de rosas, hubo que ponerlas en cubetas porque no sabía donde meter tanta flor. Íbamos a comer a La Tablita, y yo siempre perdía algo, supongo que de la emoción”.

En 1968 toma la decisión que cambió el rumbo de su vida, contrajo matrimonio con el astrofísico con el que tuvo dos hijos: Felipe y Paula. Guillermo era un hombre 20 años mayor que ella, pero lo admiraba por su inteligencia y seriedad.

“Fue un honor compartir la vida con un hombre tan inteligente. Además me enseñó a amar a México, se preocupaba por el futuro de los jóvenes a quienes mandaba a hacer su doctorado a Inglaterra, Francia o Estados Unidos.

Felipe, su hijo, nació el 4 de junio de 1968. Estudió economía en el Tecnológico de Monterrey campus ciudad de México y tiene un doctorado en cinematografía, realiza producciones de cine en su filmadora que está ubicada en Puebla. Paula, su hija menor, nació el 11 de abril de 1970, es fotógrafa profesional y ha realizado exposiciones en varias ocasiones.
Actualmente Elena es abuela de 10 nietos.

lunes, 13 de julio de 2009

1. CUNA POLACA, DE ORIGEN FRANCÉS CIEN POR CIENTO MEXICANA


“Al igual que mis padres,
difícilmente tomo la más nimia
de las decisiones.
Dejo que las cosas caigan
por su propio peso
aunque me caigan en la cabeza,
mejor dicho, en el alma
y me aplasten como un zapote”

Elena Poniatowska


Descendiente de María Leszczyyinska, la segunda mujer de Luis XV de Francia, de Estanislao II Augusto (1764-1795), último rey de Polonia como nación independiente. Su reino estuvo marcado por los sucesivos repartos de ese país europeo entre Rusia, Austria y Prusia.
El príncipe Andrés Poniatowski se casó en París, en 1894, con Elizabeth Sperry Crocker, descendiente de la familia de Benjamín Franklin. De esa unión hubo cuatro hijos, el menor fue el príncipe Jean Joseph Evremond Poniatowski Sperry, francés de origen polaco, padre de Elena, que luchó contra los rusos por la independencia de Polonia.

Su madre, Paulette Amor Yturbe, nació en México en 1908 y se educó en Francia. Hija de Don Pablo Amor, prominente caballero mexicano cuyas haciendas fueron las más extensas del estado de Morelos, y Doña Elena Yturbe. Una familia porfiriana exiliada tras la Revolución mexicana. En la ciudad luz la madre de Elena se casó, en 1930, con el heredero de la corona polaca Jean Evremont Poniatowski Sperry, y al consolidarse la relación nacieron sus dos hijas: Hélene (Elena), quien por ser la primogénita, fue conocida como la princesa roja, y Kitzia, un año menor que ella.

Una mirada a la infancia


"Tengo recuerdos de mi infancia en campos de lavanda, recuerdos del sur de Francia, de los viñedos, de un abuelo que me enseñó a leer y a escribir y que era muy severo. Era un hombre de enorme inteligencia, fue mi primer maestro, me daba clases y me hacía sufrir mucho con las matemáticas y con la gramática”.

En el pasado familiar de Elena hay parientes reales, héroes nacionales, figuras de abolengo que se mueven orgullosos en un triángulo polaco-franco-mexicano. Princesa polaca que podría gozar del glamour y de los oropeles de la vida, deja el tálamo y los platillos suculentos para convertirse en una escritora comprometida con los cambios sociales de pobres, marginados, mujeres de todos los tiempos y de todos los estratos sociales.

El abuelo de Elena, el general Poniatowski, tuvo el abolengo y el rango de nobleza a partir de que el bisabuelo combatió con las tropas de Napoleón, por las batallas libradas y en premio, se le dio título por la conquista de Polonia en manos de Napoleón.

Pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial, hizo que la madre de Elena tomara la decisión de salir de Francia con sus dos hijas. Decidió refugiarse en México.
La abuela paterna, Elizabeth Sperry Crocker, norteamericana, proveniente de una familia emprendedora, quería mucho a Kitzia y a Hélene; y fue quien más se opuso a que se vinieran a México. “Por las noches nos enseñaba una revista, National Geographic Magazine, donde aparecían hombres y mujeres con huesos atravesados arriba de la cabeza, los labios deformados. Mientras las hojeábamos nos decía: Miren niñas, esto es México.

“Al llegar a México, a los nueve años, tuve una impresión muy grande porque en Francia yo siempre sentí que nadie me pelaba, no me hacían caso. A lo mejor sí, pero París estaba lleno de güeritos de ojos azules y aquí no. ¡Aquí sí pegué, más que mi hermana! Eso desde luego me hizo sentir mucho agradecimiento por México, porque de repente me sentí más segura”.
Para Elenita todo representa un desafío, íntimamente vinculado a su reducida estatura, condición que le afectó. Creció al lado de su hermana, quien mide 1.77 metros, y Elena mide tan sólo 1.57. Eso le hizo sentir una incertidumbre y, como ella misma se dice, ser preguntona.

“Todo lo que soy se lo debo a esa inseguridad. Lo que he hecho ha sido debido a que nunca creí que cumplía con los requisitos que me exigía la sociedad y el mundo al que pertenecía”.

Mientras, el padre de Elena se había alistado en el ejército y combatió en el desembarco de Normandia el 6 de junio de 1944 –fue la invasión de Europa llevada a cabo por el noroeste de Francia, entonces ocupada por la Alemania nazi–. Al término de la guerra recibió la Cruz de Caballero de la Legión de Honor, la Cruz de Guerra y muchas otras condecoraciones por su participación en la Segunda Guerra Mundial.
Cuando todo había terminado, en 1947, lo más importante para él fue reunirse con su familia en México y en ese mismo año nació Jan, el tercer hijo del matrimonio.


“A mí la guerra me marcó durante muchos años, por la ausencia de mi padre, porque sólo cinco años después de que llegamos a México lo volví a ver. Sabíamos que corría peligro porque era paracaidista y siempre estuvo en los puestos de avanzada, sabíamos que lo aventaban de un avión a lugares ocupados. Cuando veíamos en el cine los noticieros, que en esa época era muy difícil que nos hablaran de la Segunda Guerra Mundial, y ver caer los honguitos de los paracaídas y cómo les disparaban fue muy impactante para mí”.

Más tarde, en 2001, en una teleconferencia que enlazaran las sedes de la editorial Alfaguara, en Colombia, Argentina, Chile, El Salvador, Bolivia, Miami y Madrid; Poniatowska respondió a sus colegas periodistas quienes dijeron que ella era una europea trasplantada a México –refiriéndose a que ella nació en París– y de manera muy elocuente respondió: “De trasplantada nada. Mi madre es mexicana, lo que sucedió es que mi familia se tuvo que ir a París porque la Revolución les requisó las haciendas. A mí me gustaría haberme llamado Elena Amor, pero mi tía Guadalupe Amor, que era poeta, me prohibió firmar así diciéndome Tú eres una pinche periodista y yo soy una diosa”, comenta Elena en una nota escrita por ella en el periódico La Jornada, del 8 de marzo de 2001.

Coqueteo con la pluma


Desde muy niña, Elena ya escribía y lo hacía en su diario, que le daba la oportunidad de saber qué hizo bien o mal y así mejorar cada día. Su conciencia perceptiva, por ejemplo, la llevaba a pensar por qué ella tenía más que la muchacha de su casa y de ahí surgieron sus ideales de ser voz de los que menos tienen.
Destacó en la escuela con buenas calificaciones y cuando fue al convento escribió en inglés un texto titulado On Nothing (Sobre nada), que se publicó en 1950, en el volumen XV de la revista The Current Literary Coin. Fue el primero de muchos de su autoría que se leerían con el correr de los años.

domingo, 12 de julio de 2009

ARTÍCULO 6° CONSTITUCIONAL "GARANTIZAR EL DERECHO A LA INFORMACIÓN"

Hace más de un cuarto de siglo que se incluyó en el artículo 6° constitucional la obligación del Estado de garantizar el Derecho a la Información. Pero al haber quedado en un mismo artículo la garantía individual básica, ésta se interpretó como una garantía social relativa a la regulación de los medios masivos de información. Cuando de lo que se trata es exigir al gobierno el acceso a la información que posee y genera, mediante la apertura de sus archivos. Ya que en los pasados sexenios prevaleció la opacidad como cultura.

Todo Estado democrático tiene la obligación de dar a conocer la información que produce como resultado de la toma de decisiones y también la que recaba de los ciudadanos y los movimientos sociales como parte de sus actividades de inteligencia para la prevención de acciones contra el Estado. La entrega de dicha información únicamente tendrá como límite de la privacidad de las personas y la seguridad nacional.

Antes de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información existía una legislación dispersa en materia de archivos. A nivel federal, según decreto presidencial de 1981 el Archivo General de la Nación, órgano descentralizado de la SEGOB, es el asesor del ejecutivo federal en materia de archivos. Hasta 1999 se incorporó el término de 30 años de reserva, en documentos que por razón de seguridad nacional deberían permanecer en resguardo. Ya que no se había establecido qué documentos debían ser transferidos por diversas oficinas del ejecutivo federal al AGN para consulta pública.

Al trasladarse el AGN a la Penitenciaría de Lecumberri, no se contó con espacio para recibir documentación, como tampoco las condiciones mínimas de 40% de humedad, 15°C temperatura, cero contaminación de ácidos nítrico y sulfúrico. Como sí se prevé en los inmuebles construidos ex profeso para albergar archivos. Ello sirvió para exhortar a cada Secretaría de Estado para que hiciera su propio Archivo Histórico, la medida fracasó y las constancias gubernamentales se han ido perdiendo, unas destruidas premeditadamente, otras por negligencia al ser embodegadas en inmuebles inhóspitos, lo que se traduce en ineficiencia gubernamental y pérdida de memoria histórica.

La Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos incluye la obligatoriedad de hacer entrega de los archivos bajo su responsabilidad, pero al no especificarse sanción a su incumplimiento, es común que al cambio de autoridades, los nuevos funcionarios no encuentren nada.

La Historiadora de la UNAM, Patricia Galeana hace mención en su Conferencia del 1 de julio de 2004: “Hemos vivido un cambio político, que para convertirse en una verdadera transición democrática, requiere de una profunda reforma de estado de sus estructuras, mediante la revisión integral de la Constitución. En este sentido, hemos propuesto una reforma con base en el artículo 73 constitucional, para que se establezca la facultad coexistente en la regulación de los archivos públicos y la creación de un órgano autónomo del estado responsable de esta tarea.

“Con ello se establecerá la preservación y acceso de la documentación que se genera en los tres poderes, y sanciones a los servidores públicos que oculten, destruyan o, por omisión permitan que se deterioren los archivos públicos, uniformándose la metodología archivística y el término para la documentación clasificada, por razón de seguridad nacional o de privacía de los individuos. Cumpliría así como estado democrático de garantizar el habeas data”.

Además hace mención de construir inmuebles con las especificaciones internacionales, y no con cárceles panópticas, como Lecumberri donde cada uno de sus brazos tiene diferente orientación, por lo que es imposible mantener temperatura y humedad, además de tener una ubicación en las áreas más contaminadas de la Ciudad de México, cuyos ácidos nítrico y sulfúrico son letales para los documentos.

Una Ley Nacional de Archivos es esencial para el acceso a la información, que redundará en una administración más eficiente. Ya que el ejercicio del derecho a la información permitirá que una ciudadanía mejor informada, pueda participar de manera más consciente y responsable en la vida democrática del país. El IFAI, aprobado en diciembre de 2002, tiene como obligación garantizar que los asuntos públicos sean realmente del dominio común, y dar especificaciones para suplir las lagunas legales que aún existen.

En cumplimiento del acuerdo presidencial del 27 de noviembre del 2001, desde febrero del 2002, La Secretaría de Gobernación transfirió la documentación del Centro de Investigación y Seguridad Nacional a su propio órgano desconcentrado, el AGN. También la Secretaría de la Defensa Nacional, que no había transferido información al AGN desde 1932 envió la correspondiente al periodo 1965-1985. “No faltó quien pensó que la información fue depurada”, asegura la historiadora.

Los archivos son fuente donde la ciudadanía puede vigilar al Estado, y defender sus derechos, por tanto la eficacia de los mismos, influye en el desarrollo económico, al garantizar que se evite el mal uso de los recursos, la duplicidad de acciones y los malos manejos. Ya que la función que dio origen a los archivos sigue siendo la misma: conservar, clasificar, inventariar y difundir la memoria histórica acumulada. Sin embargo, también es cierto, esta tarea enfrenta nuevos retos que es necesario solventar de una manera institucional y eficaz, mediante la creación de un ordenamiento jurídico que defina con base en experiencias nacionales e internacionales, un proyecto uniforme de los sistemas de clasificación. Con base en esto, el AGN debe de proponer disposiciones que contribuyan a crear la normatividad general para un sistema nacional de archivos.

Por su parte, los legisladores Carlos Madrazo Limón y Ruth Zavaleta Salgado, sometieron a consideración del pleno de la Cámara de Diputados la iniciativa con proyecto de decreto, el 7 de noviembre de 2006. Por el que se expide la Ley Federal de Archivos, donde consideran que en los últimos 25 años se aprecia un notorio proceso de transformación. “El AGN promueve las normas, los estándares y las mejores prácticas internacionales avaladas por el Consejo Internacional de Archivos (International Council of Archives) (ICA) y la Organización Internacional para Estandarización (International Organization for Standardization) (ISO).

Estas normas se desarrollan considerando las experiencias de diversos países y ámbitos, con aportaciones de expertos de todas las latitudes. Entre las vigentes y de más amplia vinculación con los archivos destacan, en este contexto, la Norma Internacional General de Descripción Archivística ISAD-G, la Norma Internacional de Registros de Autoridades Archivísticas relativos a Instituciones, Personas o Familias ISAAR-CPF y las normas internacionales de administración de archivos ISO 15489-1 e ISO 15489-2. Por ello, la presente iniciativa estimula la estandarización de las políticas de administración de archivos”.

Los legisladores consideran que, la iniciativa es consistente, armónica y complementaria con las disposiciones existentes en el orden jurídico nacional en materia de conservación, protección, custodia y difusión de archivos y documentos de relevancia, como las contenidas en la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, la Ley General de Bienes Nacionales y la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, entre otras más.

Sin embargo, además de una legislación propia en materia de archivos que defina los cuidados, y el tipo de inmuebles donde deben resguardarse, también se debe incluir en esa legislación normas específicas en cuanto a los requisitos que deben cumplir no sólo los archivistas, que tal vez deberían contar con la licenciatura en archivonomía, sino los directivos de esas instituciones, ya que actualmente, por ejemplo, el titular del AGN es un poeta, Jorge Ruiz Dueñas, y no una persona versada en archivos.

Asimismo, se debe señalar que no porque los documentos de la Sedena y el Cisen hayan sido transferidos a un archivo que debe ser público, toda la ciudadanía tiene acceso a los mismos, pues además de cubrir requisitos para registrarse como “investigadores”, hay áreas donde los documentos están bajo el resguardo de un agente del Cisen que llegó a ese lugar al mismo tiempo que los archivos y se ha convertido en el guardián de esa documentación. Forma parte de la lucha política por el control de la información gubernamental.

DERECHO DE ACCESO A LA INFORMACIÓN

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¿QUIÉN ES PERIODISTA?

La Comisión Especial para dar Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación de la Cámara de Diputados en el Foro: Federalización de los delitos contra Periodista, consideró que era importante para poder llevar a cabo la Iniciativa de Ley, llegar a una definición de quién es periodista, y quién no, ya que no está establecido en las leyes mexicanas.
“Periodista es la persona que hace de la comunicación su trabajo, remunerado o no, de nacionalidad mexicana o extranjera y que ejerce la libertad de expresión como oficio, labor voluntaria o profesión para informar a la sociedad sobre temas de interés común, independientemente de su escolaridad”. Aunque cualquier definición de periodista o de la actividad periodística que limite la libertad de expresión lesiona el ejercicio de un derecho fundamental.
El 15 de febrero de 2006, la Procuraduría General de la República (PGR) emitió el acuerdo A/031/06 por el que se crea la Fiscalía Especial para la Atención a Delitos contra Periodistas (FEADP), que estaría adscrita a la Subprocuraduría de Derechos Humanos, Atención a Víctimas y Servicios a la Comunidad, con la finalidad de coadyuvar con las Procuradurías de Justicia de los Estados, en los ilícitos en materia, contra periodistas.
Pero también “con el mandato de dirigir, coordinar y supervisar las investigaciones, y en su caso la persecución de los delitos cometidos contra periodistas, pero para que ello ocurra deberá acreditarse como tal, que el delito se haya cometido en ejercicio periodístico, y que éste sea de competencia federal”
Por otro lado la actividad periodística se definió como “el ejercicio profesional o no del derecho a difundir, recabar, investigar, sistematizar y publicar ideas u opiniones de manera permanente o esporádica con o sin remuneración, a través de cualquier medio de información, de hechos que sean considerados de interés público, sea o no su actividad principal, independientemente de haber o no relación contractual con el medio, así como cualquier forma de colaboración en el proceso de producción de la información”.
Pero hasta la fecha seguimos en espera de la Iniciativa de Ley…o quizá todavía haya que empatar discordias en cuanto a la definición.

EL PERIODISMO EN MÉXICO, SE HA CONVERTIDO EN PELIGROSO